
Para decorar un dormitorio infantil no tenemos porque recurrir siempre a los posters o stickers, una pared pintada hará la misma función. Aquí vemos como el cabecero de la cama, con tonos azules celestes suaves, recrea una imagen original, que da color al dormitorio.
Un bosque otoñal en una de las paredes, con tonos azules para dibujar sus siluetas sobre una pared blanca es suficiente para hacer de un dormitorio monótono un espacio original.
Podemos recrear un espacio en particular para el pequeño, por ejemplo un fondo marino. Con un poco de pintura azul, stickers de peces y algo de imaginación, tendremos junto a la cama el fondo del mar a nuestra disposición.
Para tener un dormitorio alegre, podemos representar un prado idílico en las paredes, el cual podrá hacer juego con el acolchado de la cama, disponiendo de un conjunto perfecto.
En este dormitorio para niño vemos como la pared de la cama nos puede dar muchas posibilidades. Un sistema solas¡r pintado en la pared principal en un entorno azul oscuro, con la colcha a juego, será suficiente para el pequeño.
Si el hobbie favorito del pequeño es un deporte de agua como el surf, esta imagen nos puede ayudar a ilustrar en la pared principal sus fantasías con un elaborado dibujo de una ola con un surfista.
Fotos: Deavita